De cuando en cuando vos salís
y, con astío, te sentís
tras un disturbio sexual
tan poco sensual.
Y es tu respiración entrecortada,
ansiedad de buscar y no ver nada
que añora regresar
a primaveras pasadas.
Distracción, fascinación,
avidez de entretenimiento
así es como escapas
a tu propio misterio.
Y caminas como una zombie por la avenida,
acelerada, aturdida,
tras un tesoro que,
te llevó media vida.
Seguís buscando en un imperio
caridad y solo hay almas mesquinas.
¿Dónde habrá luz en la cuidad
capaz de iluminar tus sombras?.
¿Qué habrá detrás de tanta crueldad?
¿Podrán desactivar las bombas?
Cuando podés te la crees y ensayas
una sonrisa frente al espejo
aunque en la calle es
un talismán obsoleto.
Y buceas en el absismo de ti misma
y te mirás disminuída por un prisma,
así es como te ves
cuando no te querés.